de mineros ilegales en
parque Bahuaja Sonene
La mundialmente conocida maravilla biológica del Parque Bahuaja Sonene, a unos 1,200 kilómetros al sureste de Lima, ha sido invadida por mineros ielgales y narcotraficantes, denunció el diario Los Andes de Puno.
El diario tituló así su nota de denuncia: “Minería informal y narcotráfico amenazan al Parque Bahuaja Sonene de Puno”.
Informó a continuación que “la maravilla biológica del Parque Nacional Bahuaja Sonene (PNBS), considerada como el tesoro más importante de la selva puneña, se ve amenazada por la minería informal y los cultivos de hoja de coca que va para el narcotráfico".
Se trata, dijo el diario, de la “zona de amortiguamiento” donde se ha detectado “la presencia de agricultores de los valles de los ríos Apurímac y Ene, conocidos también por los pobladores de la zona como los ‘ayacuchanos’”.
El biólogo David Araníbar, jefe del Parque Nacional de Bahuaja Sonene declaró, al respecto que “es evidente el incremento de la actividad del cultivo de la hoja de coca, en zonas como Putina Punco y San Gabán”.
Los Andes dijo que los mineros informales se dirigen hacia el río Inambari, y provienen de las zonas altas de Ananea y Chaqui Mina (Puno), La Pampa (Madre de Dios), Quincemil (Cusco), y “afectan al parque por el uso de sustancias tóxicas como el mercurio”.
El biólogo dijo que “en ambos casos son actividades ilícitas” e informó que se han formulado denuncias oportunas ante la Fiscalía y la Policía Nacional, las que deberían tomar acciones conducentes a impedir la depredación de esa valiosa zona ecológica.
Putina Punco forma parte de la zona de amortiguamiento del PNBS, es considerada como el cinturón potencial para la producción de cacao y el café orgánico, dijo Los Andes.
Una de las formas de contrarrestar actividades ilícitas como el cultivo de la hoja de coca, “es potenciar los cultivos alternativos y eso requiere la intervención de las autoridades regionales”, dijo Aranivar.
Otras zonas de considerables extensiones han sido depredadas en la selva amazónica, en Madre de Dios y Ucayali por la minería ilegal, que utiliza enormes dragas para remover el fondo de los ríos y no tiene escrúpulos para utilizar sustancias químicas que envenenan el suelo de la selva.
Hay que desear que lo propio no ocurra en Bahuaja Sonene y otras zonas vírgenes de la Región Puno.
Luis Eduardo Podestá
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