Fueron sometidas
a juicios extraños…
muy extraños
En Ayacucho, 575 al sureste de Lima, una sala penal integrado por tres jueces sentenció a Noelia Saldarriaga, de 69 años, propietaria de una bodega en Chiclayo, 780 kilómetros al norte de Lima, a 16 años de prisión, acusada presuntamente de “formar parte de una organización que traslada droga hacia Ecuador”.
Noelia acompañada por su hijo sale de la sala
Los magistrados Juan Aramburú y Efraín Vega, de la Segunda Sala Penal Liquidadora, votaron por la culpabilidad de la anciana, en tanto que el tercer magistrado, Ronaldo Changaría, quien preside la sala indicó que la procesada solo cometió un error de omisión. Perdió por mayoría.
Noelia no solo insiste en su inocencia. Quienes la conocen afirman lo mismo y el sentido común –el menos común de los sentidos, según Woody Allen– afirman que una anciana de tal edad, mal podría estar complicando su vida en correrías unida a narcotraficantes. En Chiclayo se han solidarizado con ella.
Sentenciada a 16 años de prisión
Ocurre que Noelia cometió una omisión –no un delito, de acuerdo con su abogado defensor–, porque cuando en 2002 vendió una camioneta de su propiedad no “cambió la titularidad”.
La policía informó un año después haber encontrado en el interior del vehículo 60 kilos de droga destinada al Ecuador.
De allí a ser acusados ella y su esposo de tráfico ilícito de drogas, solo hubo un paso, que concluyó a fines de octubre con una sentencia condenatoria.
El esposo de Noelia, hay que señalarlo para ubicarse en el contexto, es un anciano enfermo de diabetes que solo se desplaza en silla de ruedas, porque tiene amputadas ambas piernas.
Condenados por denunciar
Otro proceso “emblemático” reciente, que envuelve a otra anciana, es el de María Añazgo, de 81 años, a quien el quinto juzgado de Lima Norte sentenció a un año de prisión y al pago de 2 000 soles de reparación civil que beneficiarán a quien ella denunció por una construcción ilegal que dañó su domicilio el 31 de mayo de 2007.
María Añazgo muestra los daños en su casa
Ella y su hijo José León Chamba Añazgo, residentes en el distrito de Comas, al norte de Lima, denunciaron a sus vecinos Arturo Chuta y Sheila Guerrero por haber utilizado la pared de su domicilio para construir un tercer piso, según un informe del Canal 4 de televisión.
José León y su mamá tropezaron con la mala suerte. En el quinto juzgado trabaja Mario Chuta Rodas, hermano de uno de los denunciados, quien presuntamente sirvió de apoyo para que los papeles se trocaran y los denunciantes se convirtieran en sentenciados.
La Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) tiene en sus manos la denuncia hecha por el hijo de la anciana Añazgo y es previsible que este organismo que vigila la idoneidad de los jueces investigue y emita su decisión a fin de que los ciudadanos nos enteremos por qué esos procesos tienes tales rarezas. O si no las tienen.
Luis Eduardo Podestá
1 comentario:
HOLA, INDIGNA LA INJUSTICIA EXISTENTE, EN ESTE ARTICULA MENCIONA SOBRE EL CASO DE LA SRA AÑAZGO SU DENUNCIA SALIO EN EN EL CANAL 4 TELEVISION, POR FAVOR ME PODRIA ESPECIFICAR LA FECHA DE DICHA EMISION, GRACIAS
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