Cuatro frescas (LXXX)
A quien madruga Dios la ayuda (Nadine).
No por madrugar amanece más temprano. (Peláos).
En la boca del mentiroso..., según Carlín en La República
Antes los generales morían en la cama, ahora son derribados por la cama. (Petraeus).
Y en el Perú, los generales mueren en la cana, ¿no, Nicolás?… (Penal San Pedro).
Luis Eduardo Podestá
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