hermanos, hay
muchísimo que hacer
El siguiente es el texto que he dirigido, en mi condición de Past Presidente de la la Federación de Periodistas del Perú y candidato en las últimas elecciones institucionales, a mis colegas de todo el país, a quienes deseo, no solo este día sino siempre, bienestar y paz en su vida familiar y concordia, tolerancia y responsabilidad con la verdad en el desempeño de su sagrada misión.
En vísperas de conmemorarse este 1 de octubre, el Día del Periodista Peruano, en mi condición de miembro, Past Presidente de la gloriosa Federación de Periodistas del Perú y de cabeza de la lista número 1 a las elecciones de nuestra institución, envío este mensaje de saludo a todos los periodistas del Perú, con la esperanza cierta de que las instituciones que nos representan, habrán de realizar todos los esfuerzos encaminados a otorgarles el bienestar familiar, la superación profesional y la seguridad que precisan en el desempeño de la sagrada misión que significa ser hombre y mujer de prensa en nuestra patria.
Fecha de renovación de autoridades en la Federación de Periodistas del Perú, a la que me honra pertenecer, expreso mi más sincero reconocimiento a los colegas de los Centros Federados del Perú que se solidarizaron con el planteamiento programático de la lista número 1, y por su apoyo que se reflejó en sus declaraciones solidarias y sus votos en las ánforas de sus respectivas sedes.
Felicito sinceramente a los nuevos miembros del Comité Ejecutivo Nacional, presidido por el colega Ángel Sánchez Dueñas y le comunico mi ofrecimiento de colaborar en cuanto me sea posible para el cumplimiento de programas institucionales que busquen el pleno respeto a las libertades ciudadanas, la defensa sin exclusiones de ninguna naturaleza de los colegas que confronten riesgos en el cumplimiento de su misión, el bienestar familiar de los periodistas en todo el país y su superación profesional, y entre otros objetivos, el respeto de la sociedad peruana como lo quisieron quienes fundaron nuestra institución tutelar.
Tengo la convicción de que la buena gestión de la nueva dirigencia institucional se traducirá en medidas efectivas de bienestar personal familiar y profesional para los periodistas federados.
Debo recordar, por otra parte, las palabras de nuestro desaparecido Presidente Vitalicio, periodista Alfonso Grados Bertorini, en el acto de juramentación del directorio que aún preside nuestro colega Bernardino Rodríguez Carpio.
En esa solemne ocasión, Grados expresó su felicitación y su esperanza en la recuperación de la FPP bajo el timón de Bernardino –así lo dijo– y llamó la atención “sobre los perdones a los malos dirigentes en que habían incurrido varios directorios anteriores”.
En aquella fecha, tuve la oportunidad de redactar una información, parte de cuyo texto decía: “El discurso de Rodríguez fue aplaudido en reiteradas ocasiones, sobre todo cuando anunció una reinscripción a fin de que solo los periodistas estuvieran en los registros de la Federación y cuando anunció la suspensión indefinida de los dirigentes que no hubieran rendido cuentas de su gestión”.
Lo recuerdo porque gran parte de la crisis casi endémica que vive nuestra Federación se debe a la falta de medidas hacia quienes atentaron contra nuestra Federación y su patrimonio, lo cual devino, por ejemplo, en que se malgastaran dineros que hubieran sido más que suficientes para honrar la sagrada deuda social que la institución tiene con dos de sus extrabajadores, quienes aún no reciben los beneficios que les corresponden después de sus decenas de años de servicios a nuestra institución. Creo que es obligación prioritaria del nuevo directorio, honrar esa deuda no saldada.
Insisto en este tema porque creo firmemente en que la supuesta indiferencia de los periodistas federados por su institución, lo que se ha reflejado en la cifra de electores en los recientes comicios nacionales, tiene fundamentalmente dos causas: Primera: El olvido indebido de atentados administrativos y económicos contra nuestra Federación que la sumieron en un marasmo endémico, y segunda: Una inveterada falta de información de lo que ocurre en los diversos niveles de la institución, a través de sus canales de prensa y comunicaciones, que son, irónicamente, nuestra especialidad.
Pienso que es hora ya, de que las autoridades de nuestra Federación de Periodistas, ataquen prioritariamente el monstruo del olvido a la rendición de cuentas que debe ser obligación de todo dirigente que se vaya, de modo que con esa información se construya la institución real y concreta que deseamos y no se mantenga a esta en los niveles de entelequia que distraiga la actividad a que verdaderamente debemos dedicarnos.
Por ello, pienso que es urgente dedicar todos los esfuerzos posibles al Saneamiento legal de la Federación de Periodistas del Perú ante los Registros Públicos y a la rehabilitación física de la sede de la avenida Abancay, porque lo primero facilitará los convenios y tratos con terceros para colocar a la institución en los marcos de la formalidad y lo segundo abrirá la convocatoria de los periodistas del Perú a su casa de la capital del país.
Saludo a quienes hace 62 años, a despecho de una dictadura que encarceló, persiguió y deportó periodistas, pusieron la piedra angular de lo que es hoy nuestra Federación de Periodistas y concentraron la misión institucional como un credo democrático que subsiste a pesar de las décadas en el lema vitalicio: “Libertad para la verdad, responsabilidad en la expresión, decorosa condición económica para el periodista”.
Por aquellos que nos legaron la institución que hoy nos cobija, por aquellos que nos sucederán en el tiempo, y por la herencia que ellos nos dejaron, colegas periodistas del Perú, enfrentemos con nuestro espíritu y nuestra voluntad, la sagrada misión de mantener a nuestra Federación grande, respetada y digna del enaltecimiento de la sociedad a la que debemos nuestro esfuerzo.
Luis Eduardo Podestá Núñez
Past Presidente de la Federación de Periodistas del Perú
Lima, 30 de setiembre de 2012
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