viernes, 21 de septiembre de 2012

Arequipa luce su encanto colonial

Un argentino pasea
por el casco histórico
de la Ciudad Blanca

Milton Merlo, periodista del diario Ámbito Financiero de Buenos Aires estuvo en Arequipa y le gustó. Su nota, aparecida en Ámbito.com describe su “Paseo por el bello y muy preservado casco histórico de una de las ciudades más prósperas de Perú”, texto que, para tu deleite, tengo el gusto de reproducir a continuación:

Por Milton Merlo

La Plaza Central es un buen punto de partida para recorrer las calles entre antiguas y restauradas casonas.

Portales y palmeras de la Plaza de Armas

En Arequipa el encanto, a diferencia de otros lugares de Perú, es la ciudad en sí misma. No tiene las playas de Lima ni las montañas de Cuzco.

En cambio, ofrece un casco histórico donde no conviene perderse, museos donde uno nunca se aburre y una serie de restoranes y bares difíciles de olvidar.

Otra diferencia con el resto del país es que no hay época del año señalada para una visita. No hay lluvias torrenciales, ni sequías; no por nada Miguel de Cervantes la definió como “la ciudad de la primavera eterna”.

Panorámica

El boom de la construcción de edificios residenciales y de oficinas, que hace posible que Arequipa tenga el segundo PBI más importante del país, no ha modificado en absoluto las zonas más tradicionales que desde hace años son Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco.

Aquí comienza el turismo

De ahí que no extraña que todos los city tours comiencen en la imponente Plaza de Armas, con sus flores, palmeras y fuentes.

Nada mejor para observar la influencia de la cultura española que una panorámica de los edificios que rodean al parque: la catedral neoclásica, la municipalidad y el monasterio de Santa Catalina, que es una verdadera ciudadela religiosa.

El toque de color lo aportan restoranes, hoteles y bares que se intercalan con la arquitectura del siglo XIX, sin afectar esta fachada en lo más mínimo.

Casonas convertidas en locales comerciales

Vale la pena también perderse por la calles del centro, que de noche adquieren el tono sepia de los faroles, y prestar atención a las más de 300 casonas de la época colonial que en muchos casos todavía se conservan y en las cuales -luego de una refacción de interiores- habitan familias.

Ornamentos

En este sentido, una visita turística ineludible es la casa de Tristán del Pozo. Su arquitectura y ornamentos espectaculares (columnas, fuentes y frisos) justifican que desde siempre haya sido codiciada por el poder: en el siglo XIX por el religioso (allí vivieron distintos obispos), en el siglo XX por el militar y el político, y en el siglo XXI por el económico, ya que actualmente alberga las oficinas de un banco internacional.

Monasterio de Santa Teresa abrió sus puertas

En una ciudad de tanta influencia religiosa hay media docena de monasterios e iglesias que se recomienda visitar (Claustros de Santo Domingo, Convento de la Recoleta, Convento de San Francisco, Iglesia de la Compañía, etc.), aunque si el tiempo apremia, el compromiso inevitable es un paseo corto por la Catedral (no hacen falta más de 30 minutos), considerada una de las obras de arquitectura más importantes del continente y que reúne los mejores detalles del Viejo Mundo: un altar de mármol diseñado por el artista italiano Filippo Moratilla, un órgano belga que brilló en la Exposición Universal de París, y que sólo se lo escucha los domingos, y un púlpito diseñado por el francés Buisine-Rigot.

Claustros de Santo Domingo

Los museos de los santuarios andinos también merecen una parada. Allí se pueden apreciar distintas piezas cerámicas de las culturas originarias (especialmente la incaica) y restos humanos además de momias.

Es recomendable requerir guía, básicamente para conocer la historia de estas últimas, que es tan intensa como fascinante.

Imposible aburrirse con relatos que incluyen guerras viscerales, amores clandestinos, cultos religiosos y aventuras imposibles entre las distintas tribus, hasta llegar al golpe final del destino, con la conquista española.

Nota – Fotos: archivo del blog http://podestecuenta.blogspot.com

Luis Eduardo Podestá

1 comentario:

Vesebe dijo...

No sabria comojustificar que sin salir de mi encierro, haya visitado algunos de los mejores y mas lindos e històricos lugares que tiene "escondidos" Arequipa, esta vez ilustrados con claras y hermosas fotografias ,que nos hizo recordar un extranjero, luego de leer la excelente nota del argentino Milton Melo a su paso por nuestra Ciudad Blanca, que publico PODESTA TE CUENTA, blog que regularmente edita y que ilustro con las fotos de su archivo el periodista y escritor Luis Eduardo quien esta vez abrio la ventana para que un visitante exprese lo que vieron sus ojos y de su opinion de lo que admirò, librementey sin tapujos. Muy bien para todos, para Arequipa,porque muchos querremos revivir esas "postales",en su propio paisaje, promoviendo el turismo recurso que ayuda a la economia de nuestra tierra, la tierra de Podesta. Por eso un saludo especial por su generosidad.
Victor