Escritor Juan Guillermo
Carpio demanda apoyo
pronto y real para Arequipa
No solo la evocación del pasado heroico de la Ciudad Blanca sino su preocupación por su presente y su futuro, estuvieron contenidos en el discurso de orden por el 472° aniversario de la fundación de Arequipa, que pronunció el escritor Juan Guillermo Carpo Muñoz, en el Teatro Municipal.
Juan Guillermo Carpio en su despacho de San Lázaro
Con ese acto se daba comienzo a las actividades oficiales por el aniversario de la fundación española de la ciudad, en que la Municipalidad encargó al escritor, autor del célebre Diccionario de Arequipeñismos, el discurso de orden.
Carpio Muñoz comenzó por recordar a Benito Bonifaz, quien murió a los 25 años cuando luchaba junto a su Columna de Los Inmortales, dijo, “contra el centralismo limeño”.
Recordó la poética invocación de Bonifaz – “Levanta oh, pueblo, tu inmortal cabeza / Tan alto como el Misti, alza tu frente…”- para sustentar el pasado del pueblo de Arequipa y sus reclamos frente a los desafíos del presente y del futuro.
Plaza de Armas de Arequipa
Carpio dijo que Arequipa renía dos objetivos fundamentales: “Primero. Con el mayor respeto, pero también con la mayor firmeza y energía, pidamos, demandemos, exijamos al Estado Peruano, al Gobierno Central y al Señor Presidente Constitucional de la República que cumplan sus compromisos para con Arequipa y con el Sur del Perú y construyan de una vez por todas el Gasoducto del Sur, la Planta Petroquímica y Majes II. Los sureños, los arequipeños no podemos seguir soportando más dilaciones, declaraciones ambivalentes y recovecos burocráticos”.
Luego formuló “la propuesta para que la Agenda para el Desarrollo de Arequipa tome la iniciativa y convoque a todas las instituciones del Sur (…) para que el Sur del Perú dé un plazo al Gobierno Central (que podría vencer el 31 de diciembre del presente año) para que empiecen esas construcciones”.
Un "loncco" frente al volcán Misti
Añadió que “si vencido el plazo no se empieza esta construcción o, por lo menos y, en firme, el contrato suscrito de su construcción, el Sur del Perú iniciará las medidas de fuerza que las entidades mencionadas acuerden”.
Propuso una medida similar para que el gobierno y el presidente cumplan “su obligación de hacer respetar y ejecutar la sentencia del Tribunal Constitucional y empiece la construcción de Majes II”.
Remarcó al respeto que “es tiempo de decirles que Arequipa rechaza su planteamiento ambivalente para convertir a Majes II en un proyecto birregional que, de por sí, es inviable, hoy que el Gobierno Central no hace nada por constituir las grandes regiones de ámbito interdepartamental y que, además, se puede convertir en otra fuente de discordia y enfrentamiento entre Arequipa y Cusco”.
El PichuPichu ante la campiña del este de Arequipa
Reconoció, sin embargo, que sabía perfectamente, “que formular estas exigencias bajo amenaza de medidas de fuerza, no es lo deseable ni lo correcto dentro del juego democrático y civilizado y el respeto a la ley que Arequipa siempre practica; pero, viendo que lastimosamente en el país solo rige la ley que dice que guagua que no llora, no mama, no nos queda otra vía, después de haber agotado hasta la exasperación todos los trámites y soportado muchas “mecidas” del gobierno central y de los gobiernos de turno”.
Nueva ciudad para cinco millones
Al expresar su preocupación por el futuro sugirió la construcción de una nueva Arequipa y sugirió para ello, un lugar “entre El Pedregal y el mar”.
“Esta Nueva Arequipa deberá ser diseñada, con todos los adelantos tecnológicos y urbanísticos, para poder albergar, de inicio, a unos cinco millones de habitantes ya que Arequipa, en las próximas décadas constituirá un gran conglomerado urbanístico y será la gran metrópoli del sur del Perú”, dijo.
La emblemática catedral en pleno centro de la ciudad
Propuso una producción para la exportación y la inserción de Arequipa en la globalización “pero no solo como compradores pobres que lo somos desde hace mucho tiempo, sino como nuevos vendedores de lo nuestro, que al vender cada vez más nos volveremos menos pobres, hasta ser cada vez más ricos”.
Mencionó los productos de exportación de la actualidad como “muchos más minerales y textiles” y además, páprika, paltas, aceitunas, pescado, orégano, cemento, cebolla, etc.”, a la vez que se desarrolla el turismo.
Precisó que “la situación de Arequipa ha mejorado ostensiblemente” porque en 1992 exportó productos por unos 48 millones de dólares el 2011 exportó productos por un monto de 2,600 millones de dólares y mostró su admiración: “¡de 48 a 2,600 millones de dólares, en diecinueve años!”.
El Misti, visto desde el Puente de Fierro
Al finalizar su discurso, Carpio Muñoz declamó un poema que dedicó a Arequipa matizado con frecuentes citas del llamado “idioma loncco” o campesino arequipeño, porque se sentía con el alma “alborotada en pacchas de alegría”, elogió “tu aire límpido, como tu azul firmamento” (…) “tus crepúsculos preñados de violeta y añoranzas” y “tus negras noches, alumbradas por el titilar de mil estrellas”.
Luego de exclamar “¡oh, Arequipa, tú eres la chola más hermosa de mis sueños!” Carpo Muñoz concluyó sus palabras con una exaltación: “Resplandor de mil luceros. Raspadilla de sillar. Escarcha matutina de la alfalfa: recibe este sencillo elogio que, como un ramito de texaos, con amor y respeto, te pongo en pleno pecho”.
Luis Eduardo Podestá
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