Las poco conocidas
cataratas de Capúa
los atraparon 5 horas
Un destacamento de la Policía Nacional del Perú (PNP), rescató la madrugada del domingo a dos jóvenes estudiantes excursionistas que se extraviaron cuando visitaban las poco conocidas cataratas de Capúa, en el distrito de Yura, a solo 30 kilómetros al norte de la ciudad de Arequipa.
Es un hermoso lugar para pasear
A los jóvenes Dana Fiorella Chávez Farfán (24) y Sony Delgado Huillca (21) se les hizo tarde cuando se encontraban en el cañón a los pies de la cascada y no encontraron el camino de regreso hacia la capital del distrito de Yura, debido a la oscuridad y lo intrincado de la agreste naturaleza, por lo que decidieron comunicarse con la policía del lugar.
El jefe de la comisaría de Yura, Erick Carpio Segura, informó que los estudiantes llegaron a las Cataratas de Capúa, al mediodía del sábado y que tras seis horas de recorrer el lugar se desorientaron debido a la oscuridad y la escabrosa geografía de la zona.
Tras el rescate, fueron llevados al hospital de la ciudad.
Treinta metros de caída libre
El lugar donde se extraviaron se encuentra al norte de la capital del distrito, entre los caseríos de Uyupampa y el Pueblo Viejo de Yura.
Varios empresas de turismo organizan excursiones hacia el pintoresco lugar, con salidas a las ocho de la mañana en un vehículo que los lleva hasta un lugar denominado El Cruce.
Aquí comienza una caminata por una planicie desértica hasta las cataratas de Capúa, donde se puede observar terrazas incas.
Dicen que la catarata se origina en el subsuelo
Se aprecia una caída de agua de unos 30 metros y luego un sinuoso río que sigue el curso de un cañón entre formaciones geológicas impresionantes.
Las excursiones tienen una duración de un día y se puede almorzar en el mismo cañón comida fría o retornar a Yura para comer en los numerosos restaurantes existentes en el pueblo especializados en platos típicos.
El cañón tiene una intrincada geografía
Perderse en las Cataratas de Capúa, a poco más de 30 kilómetros de la ciudad, es sin duda una aventura singular, porque está al alcance de cualquier celular y a solo unos diez u ocho kilómetros del cercano pueblo de Yura.
Pero la salvaje geografía que le impide a uno ver más allá del próximo cerro, la oscuridad, y quizá el recuerdo de algún otro trágico extravío en las montañas del Colca, le pueden hacer temer a uno lo peor.
Menos mal que Dana Fiorella y Sony avisaron oportunamente y la policía se encontraba cerca para rescatarlos con toda prontitud.
Luis Eduardo Podestá
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