Vida mejor para los que
hicieron de Arequipa
la Ciudad Blanca
¡Buena noticia! Las canteras de sillar de Añashauico, a las que llamé en diciembre de 2007 el Cañón Blanco, serán incorporadas como un punto en el calendario y programa turísticos de Arequipa, algo que lo merecía desde hacía muchos años.
Una vida mejor para ellos
No es elegante decir “yo lo dije primero” ni vanagloriarse de que una idea propia sea tomada por la comunidad, pero con toda modestia y sinceridad, desde este blog sugerí el 2 de diciembre de 2007 que las canteras de Añashuaico sean un tramo del turismo en Arequipa, que todos queremos asuma su pleno desarrollo.
En aquella ocasión escribí: “Añashuaico puede incorporarse, con un poco de buena voluntad e imaginación, en un punto de los programas turísticos de Arequipa. Su cercanía a la ciudad facilita la llegada de visitantes propios y foráneos en pocos minutos, para abrir una nueva veta, esta vez de desarrollo de una industria como el turismo, para rescatar esa salvaje belleza, del riesgo de quedar para siempre relegada al silencio y al misterio” (*).
No digo que por esas palabras se haya tomado la decisión de hacer de Añashuaico un punto turístico cercano, al noroeste de la ciudad. Creo que muchas personas, antes que yo, tuvieron la idea de que así fuera.
Lo destacable es que al fin se ha tomado la decisión. Y la agencia estatal de noticias Andina difundió ayer que las “Canteras de sillar en Arequipa se convertirán en nueva ruta turística”.
El Cañón Blanco se abre al turismo
El despacho señala a continuación: “Las canteras de sillar (piedra volcánica de color blanco) del sector Añashuaico, en el distrito de Cerro Colorado, se convertirán en una nueva ruta turística que ofrecerá el departamento sureño de Arequipa, informó hoy la responsable del proyecto”.
La responsable de la iniciativa es Rocío Cervantes, del Centro de Investigación y Educación (CIED) quien explicó que con este trabajo, “además de fomentar el turismo en la zona de canteras, se busca mejorar la calidad de vida de las 530 personas que trabajan en el lugar”.
Cervantes dijo que para que los turistas puedan observar de cerca el trabajo que desarrollan los picapedreros en las canteras “se instalará un mirador en el sector conocido como La Paccha”, parte del mismo Cañón Blanco.
La funcionaria del CIED precisó que el mirador “será financiado por el municipio de Cerro Colorado que participa del proyecto de la Ruta del Sillar”, de acuerdo con la publicación de Andina.
Su imagen será tallada en el Cañón Blanco
Una versión de otras fuentes sin confirmación oficial, informan que en un lugar del Cañón se tallará una réplica de la catedral de Arequipa, lo cual anticipa una visión extraordinaria de aquel monumento grabado en la piedra blanca del sillar que es fuente de la blancura de Arequipa y factor decisivo para que esa ciudad, a mil kilómetros al sur de Lima, fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2000
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Los canteros descubrieron las vetas blancas
Los “canteros" –ahora sabemos que son 530– son los descendientes de decenas de generaciones de trabajadores del sillar, que supieron un día de la antigüedad descubrir esa veta de lava volcánica solidificada por el tiempo al pie del nevado Chachani, y utilizarla para crear una de las ciudades de características únicas en el mundo.
Es bueno saber, además, que esos 530 trabajadores del sillar, muchos de los cuales acudieron prestos al llamado del entonces alcalde Juan Manuel Guillén Benavides , para aportar todo el material que hiciera posible la rápida reconstrucción de la catedral, semidestruida por el terremoto de junio de 2001, estarán entre quienes reciban los beneficios de esta nueva etapa de la historia del Cañón Blanco, y tendrán la oportunidad de una vida mejor para ellos y para los suyos.
Luis Eduardo Podestá
(*) Ver El Cañón Blanco de Añashuaico. Podestecuenta, 2 de diciembre de 2007.
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