al Congreso y a la
cortesía internacional
Debiera saberse quién asesoró tan mal al canciller Rafael Roncagliolo y lo hizo decir “la visita ha sido suspendida”, cuando ya estaba ante nuestra puerta para una visita de cortesía, la fragata inglesa Montrose. De paso, el canciller se llevó por delante la soberanía del Congreso que aprobó la invitación.
Es decir, el papá invita a un amigo a su casa y el hijo mayor le tira la puerta en la cara, en una conducta que difícilmente es explicable desde el punto de vista diplomático y de las relaciones que el Perú guarda con los demás países del mundo.
El canciller le prohibió entrar al Callao
Argentina y los argentinos saben cuál es nuestro sentimiento con relación a su posición sobre las islas Malvinas y de ello se han dado pruebas en momentos tan cruciales como la guerra de 1982 cuando el Perú los apoyó militarmente.
El canciller se ha comprado así, una probable acusación constitucional que provendría de los caldeados ánimos de la Comisión de Defensa del Congreso cuya vicepresidenta Lourdes Alcorta, quien se distingue por no tener pelos en la lengua ya ha dicho que “ha sido una metida de pata, es un desatino innecesario, poco elegante y desafortunado. Roncagliolo no puede pasar sobre el pleno".
Está de acuerdo con ella el legislador Luis Iberico, quien calificó de "error espantoso" que la Cancillería anule una decisión del Parlamento que había sancionado hace semanas la autorización para la visita. "Esto puede ameritar una interpelación o hasta una censura", comentó.
El exministro de Defensa y actual congresista Ántero Flores Aráoz optó por los procedimientos y declaró que “el Ejecutivo debió presentar un proyecto de resolución derogando la anterior” y añadió que “ahora el canciller es pasible de una acusación constitucional”.
Les tiró la puerta en la cara
También reaccionron los legisladores Carlos Bruce y Yonhy Lescano, de la Comisión de Relaciones Exteriores, quienes señalaron que el canciller Rafael Roncagliolo “ha cometido un exceso” y anunciaron que le pedirán rendir cuentas ante el Congreso, porque Inglaterra es, según especialistas, uno de los países que tiene más inversiones en el Perú.
Al criticar que Roncagliolo anulara un permiso que compete al Congreso, los legisladores precisaron que el hecho de que Argentina e Inglaterra “tengan un diferendo lamentable no significa que rompamos relaciones con uno de ellos”.
El navío inglés debía acoderar en el Callao el próximo jueves
Luis Eduardo Podestá
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