Prensa latinoamericana
se solidariza con
periodista ecuatoriano
Escribir un artículo de opinión en el diario El Universo donde trabajaba –ahora está refugiado en Miami, Estados Unidos- les costó a Emilio Palacios, jefe de Opinión del rotativo y a sus directivos, una sentencia de tres años de cárcel y el pago de 40 millones de dólares.
Emilio Palacio, autor de una opinión castigada
El beneficiario de esta “reparación civil” será el presidente de Ecuador, Rafael Correa, que ya ha dado muestras de conducta autoritaria en su gobierno.
Palacio ofreció anoche declaraciones a la televisión peruana, desde su domicilio y cuando el entrevistador Augusto Álvarez Rodrich le preguntó si ya estaba juntado los 40 millones de dólares que debe pagar a Correa, respondió que solo vive de su trabajo, que tiene su casa hipotecada y cuando llegue la ocasión entregará el llavero para que la ocupen… y paguen las cuotas que adeuda.
Los medios miembros del Grupo de Diarios de América publicaron ayer, entre ellos El Comercio, de Lima, el artículo que motivó la rabia, la denuncia de Correa y la sentencia del Poder Judicial ecuatoriano.
Para quienes no alcanzaron a leer en este y otros continentes el artículo causante de tan desorbitada sanción, lo publicamos a continuación.
'NO a las mentiras'
Por Emilio Palacio
"Esta semana, por segunda ocasión, la Dictadura informó a través de uno de sus voceros que el Dictador está considerando la posibilidad de perdonar a los criminales que se levantaron el 30 de septiembre, por lo que estudia un indulto.
No sé si la propuesta me incluya (según las cadenas dictatoriales, fui uno de los instigadores del golpe); pero de ser así, lo rechazo.
Comprendo que el Dictador (devoto cristiano, hombre de paz) no pierda oportunidad para perdonar a los criminales. Indultó a las mulas del narcotráfico, se compadeció de los asesinos presos en la Penitenciaría del Litoral, les solicitó a los ciudadanos que se dejen robar para que no haya víctimas, cultivó una gran amistad con los invasores de tierras y los convirtió en legisladores, hasta que lo traicionaron. Pero el Ecuador es un Estado laico donde no se permite usar la fe como fundamento jurídico para eximir a los criminales de que paguen sus deudas. Si cometí algún delito, exijo que me lo prueben; de lo contrario, no espero ningún perdón judicial sino las debidas disculpas.
Lo que ocurre en realidad es que el Dictador por fin comprendió (o sus abogados se lo hicieron comprender) que no tiene cómo demostrar el supuesto crimen del 30 de septiembre, ya que todo fue producto de un guión improvisado, en medio del corre-corre, para ocultar la irresponsabilidad del Dictador de irse a meter en un cuartel sublevado, a abrirse la camisa y gritar que lo maten, como todo un luchador de cachacascán que se esfuerza en su show en una carpa de circo de un pueblito olvidado.
A esta altura, todas las 'pruebas' para acusar a los 'golpistas' se han deshilvanado:
El Dictador reconoce que la pésima idea de ir al Regimiento Quito e ingresar a la fuerza fue suya. Pero entonces nadie pudo prepararse para asesinarlo ya que nadie lo esperaba.
El Dictador jura que el exdirector del Hospital de la Policía cerró las puertas para impedir su ingreso. Pero entonces tampoco allí hubo ningún complot porque ni siquiera deseaban verle la cara.
Colegas de Palacio se solidarizan con él y protestan
Las balas que asesinaron a los policías desaparecieron, pero no en las oficinas de Fidel Araújo sino en un recinto resguardado por fuerzas leales a la Dictadura.
Para mostrar que el 30 de septiembre no usaba un chaleco blindado, Araújo se colocó uno delante de sus jueces y luego se puso la misma camiseta que llevaba ese día. Sus acusadores tuvieron que sonrojarse ante la palpable demostración de que los chalecos blindados simplemente no se pueden ocultar.
Podría seguir pero el espacio no me lo permite. Sin embargo, ya que el Dictador entendió que debe retroceder con su cuento de fantasmas, le ofrezco una salida: no es el indulto lo que debe tramitar sino la amnistía en la Asamblea Nacional.
La amnistía no es perdón, es olvido jurídico. Implicaría, si se la resuelve, que la sociedad llegó a la conclusión de que el 30 de septiembre se cometieron demasiadas estupideces, de parte y parte, y que sería injusto condenar a unos y premiar a otros.
¿Por qué el Dictador sí pudo proponer la amnistía para los 'pelucones' Gustavo Noboa y Alberto Dahik, pero en cambio quiere indultar a los 'cholos' policías?
Mostró su autoritarismo
El Dictador debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente.
Los crímenes de lesa humanidad, que no lo olvide, no prescriben."
Domingo 6 de febrero del 2011
(Tomado de la página web de Grupo de Diarios de América)
Luis Eduardo Podestá
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