Fueron a robar el Dakar 2012

Se fingieron fanáticos
del rally y desvaliljaron
varios vehcículos

Mientras el rally Dakar 2012 terminaba ayer con gran éxito y los vencedores eran felicitados a su llegada a Lima, por el presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine, no faltaron los que pescan a río revuelto, es decir a rally revuelto si se quiere.

Apoteósica llegada a Lima

Y eso ocurrió en Arequipa, cuando todos aplaudían a los participantes en la heroica carrera y llegaban a sus lugares de descanso en el fin de la etapa, que cayó en el kilómetro 18 de la carretera Panamericana Sur.

Fueron en su propio automóvil y lo situaron entre las decenas de vehículos que cientos de espectadores estacionaron en las riberas de la ruta de Dakar 2012 y dieron varios golpes.

Luchan contra la corriente

Pero no fueron por el deporte. Mientras los aficionados se dedicaban a rendir homenaje al deporte, los miembros de una banda de ladrones dedicaron sus esfuerzos y experiencia a romper cerraduras de vehículos y apoderarse de los objetos de valor encontraban en su interior.

Dos turistas chilenos, un argentino y cinco espectadores peruanos que se hallaban cerca del campamento de descanso establecido en el referido kilómetro 18 , distrito de Uchumayo, denunciaron que les había robado pertenencias de valor luego de descerrajar las puertas de sus coches.
Autos de espectadores crearon gran parque

Luego de una operación muy discreta la policía capturó en el mismo escenario a Jesús Córdova Machaca (47 años), Jorge Marcial Turpo (39), Juan Faucheux Vargas (41) e Irene Yupanqui Pacheco (27), quienes habían llegado al lugar en su propio automóvil fingiendo ser fanáticos del rally.


Peruano Felipe Ríos lucha con la arena

Los agentes policiales inspeccionaron el coche de los ladrones y encontraron cuatro mochilas con ropa, una filmadora Sony, celulares Blackberry, un radio transmisor con dispositivo USB, parlantes y otros objetos que sus víctimas habían descrito.


El reposo del deportista en Nasca

Recibirán su castigo para que no vuelvan a atentar no sólo contra el prestigio de la Ciudad Blanca que acogió a los deportistas sino por ensombrecer un espectáculo deportivo que expuso la diversidad de suelo y cielos del Perú ante los ojos del mundo.

Luis Eduardo Podestá

(Fotos de la agencia Andina y prensa de Arequipa)