Lo afirman autores
de una biografía que
circula desde hoy
Han pasado 111 años de la muerte del pintor posimpresionista Vincent Van Gogh, quien según la generalidad de sus biógrafos, se disparó un balazo en el corazón una oscura tarde en una colina de Auvers-sur-Oise, Francia, cuando acababa de pintar Cuervos sobre un campo de trigo, una de sus pinturas más famosas.
Autorretrato Con sombrero de fieltro
Se encontraba aplastado por la depresión crónica que lo aquejaba, y luego del disparo, plegó su caballete, recogió sus lienzos y pinturas, y regresó a pie hasta el hotel donde se hospedaba y se acostó.
Su biógrafo Luis Pierard dijo en un libro publicado en 1957: "A pesar de toda una vida de privaciones y de terribles sacudidas nerviosas, este campesino brabanzón había conservado una asombrosa robustez física".
Pues bien, hoy lunes 17, acaba de salir una nueva biografía del más grande pintor holandés, “Van Gogh: The Life have claimed”, y cuyos autores, Steven Naifeh y Gregory White Smith declaran que no hubo suicidio aquella tarde del 28 de julio de 1890, sino un homicidio que la misma víctima trató de ocultar.
Pueblo de Auvers-sur-Oise donde murió
Naifeh y Smith, de acuerdo con una información de BBC-Mundo, dicen haber llegado a esa conclusión después de diez años de estudio “con más de 20 traductores e investigadores” y que fueron dos muchachos que jugaban con una pistola que “funcionaba mal”, quienes hicieron accidentalmente al pintor.
El pintar asumió haber disparado el arma para proteger a los chicos que eran sus amigos y que en aquel momento se encontrarían bebidos.
“Naifeh sostiene que el renombrado historiador del arte John Rewald registró esta versión de los hechos cuando visitó Auvers-sur-Oise en la década de los años '30”, publica la BBC.
Añade que uno de los chicos ”vestía un traje de vaquero y llevaba una pistola que funcionaba mal con la que jugaba el día que se sabía que habían quedado con Vincent para tomar algo”.
Cuarto de Van Gogh en Arlés
Los nuevos biógrafos sustentan su teoría en el hecho de que “la bala penetró la parte superior del abdomen desde un ángulo oblicuo y no en línea recta como se esperaría ocurriera en un caso de suicidio”.
"Así que tienes a dos adolescentes que tenían una pistola averiada, a un chico que le gustaba jugara a los vaqueros y a tres personas que probablemente habían tomado mucho", agregó el experto. Un "homicidio accidental" fue lo "más probable".
Pero aquí entra a tallar el editor de arte de la BBC, Will Gompertz, quien analiza el libro de más de 900 páginas y precisa que los autores privilegian a sus “dos principales fuentes” y “prestan poca atención a una de las personas que definitivamente estuvo allí, Vincent Van Gogh, quien claramente dijo 'no acusen a nadie, soy yo quien quería morir".
"Tal y como ellos admiten en el libro, lo cierto es que, 'sorprendentemente, es muy poco lo que se sabe sobre el incidente', lo que deja mucho espacio para la conjetura", agregó Gompertz.
Doctor Gachet, médico de Vincent
Según Pierard, Van Gogh aún tuvo ánimo para conversar en su cuarto del hotel, con su amigo, el doctor Gachet, quien vino a verle cuando se enteró de que el pintor se hallaba gravemente herido.
-Creo que he errado el tiro, doctor, ¿qué piensa usted?
El médico trató de reconfortarlo, pero Vincent prosiguió:
-Ah, bueno... ¿quiere pasarme la pipa que está en el bolsillo del saco?
En la mesa de noche cercana había una carta, la última, para su hermano Theo.
Parte de ella decía: "Pues bien, en mi propio trabajo, arriesgo mi vida, y mi razón se ha disuelto a medias".
En la madrugada del 29 dejó de existir.
Fue el mismo doctor Gachet, quien escribió a Theo una breve nota el 28 de julio de 1890: "Lamento en sumo grado venir a turbar su reposo, pero, sin embargo, creo mi deber el escribirle inmediatamente. Hoy, domingo, han venido a buscarme a las 9 de la noche de parte de su hermano Vicente. Cuando llegué junto a él, lo encontré mal. Se ha herido".
En la municipalidad del pueblo, existe un documento que da cuenta del deceso. “Acta de defunción de Vincent Van Gogh: "Del veintinueve de julio de 1890, a las diez de la mañana, acta de defunción de Vincent Wilhem Van Gogh, artista pintor, soltero, de treinta y siete años de edad, nacido el treinta de marzo de mil ochocientos cincuenta y tres, en Groot Zunder, Holanda, fallecido hoy, a la una y media de la madrugada, en casa del Sr. Ravoux, hotelero, en esta comuna de Auvers-sur-Oise, donde residía momentáneamente, sin domicilio fijo, hijo de Teodoro Van Gogh, fallecido y de Ana Cornelia Carbentu, domiciliada en Leyde, Holanda. La presente acta se levanta de acuerdo a la declaración de Teodoro Van Gogh, comerciante en cuadros, de treinta y tres años de edad, hermano del fallecido, domiciliado en París, cité Pigalle, número ocho, y de Arturo Ravoux, hotelero de edad cuarenta y un años. Alejandro Caffin, alcalde, oficial de estado civil, después de hacer su lectura y comprobado el fallecimiento que abajo firmamos".
Comedores de patatas, famoso grabado
A pesar de todo, el libro de Naifeh y Smith comenzará sin duda a levantar una polémica sobre cómo, hace más de un siglo se produjo la muerte de uno de los pintores de vida más angustiada y cuyas pinturas han dejado una indeleble huella en el arte del mundo.
Luis Eduardo Podestá
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