lunes, 24 de enero de 2011

El mundo no se acabará el 2012

La estrella Betelgeuse es
tan lejana que no podrá
dañar a nuestra Tierra



El periodista español Miguel Artime, especialista en temas científicos, ha salido al frente de los llamados catastrofistas, que anunciaban el fin del mundo para el próximo año, 2012, debido al estallido de la gigantesca estrella Betelgeuse, que se encuentra a unos 500 o 600 años luz de la Tierra, nuestra querida casita azul en la inmensidad del universo.

Artime dice en un artículo publicado en sus Cuadernos de Ciencia, que el físico veterano Brad Carter, de la Universidad de Southern Queensland (Australia), afirmó que “en breve” habría dos Sol en el cielo de la Tierra, una suerte de imitación del fantástico planeta Tatooine, que tenía dos soles en la película La Guerra de las Galaxias, y donde se crió el héroe de la saga cósmica Luke Skywalker.


Uno de ellos sería nuestro propio astro rey y el otro la Betelgeuse de amenazante cercanía

La lejana Betelgeuse refulge solitaria

Si bien Betelgeuse es una joven estrella, cuya edad no superaría los 10 millones de años, tiene una masa tan enorme que está condenada a morir joven, “como cualquier (estrella) gigante roja”, recuerda Artime.

Pero para provocar daños en la Tierra, tendría que hallarse a menos de 25 años luz de nosotros, como quien dice, a la vuelta de la esquina y lo único que nos deparará el hecho de que Betelgeuse se convierta en una supernova, “sería una bonita decoración celeste”, es decir, unos fuegos artificiales que podrían ser observados a simple vista.

“Para que una supernova de nuestra vecindad barra la vida en la Tierra, tiene que situarse a unos 25 años luz de la Tierra. ¡Y Betelgeuse está a unos 500 o 600 años luz!”, concluye Artime.

Es decir, que Betelgeuse puede haber estallado ya pero sus efectos, si los hubiera, recién serán apreciados por quienes habiten la Tierra dentro de seis siglos y medio.

Contraparte de Betelgeuse, la azul Rigel

Betelgeuse, cuyo nombre es probablemente de origen árabe, destaca en el universo por su tamaño y su color rojo. Su contraparte, en el universo, también por su tamaño, pero no tan grande, es Rigel, que aparece azul.

Para la tranquilidad de quienes poblamos esta casita azul, y esperamos vivir en ella hasta cuando sea posible, hay que señalar que Betelgeuse puede convertirse en una supernova, pero quizá no tan inmediatamente, según la opinión de especialistas, pues hay otras candidatas “por ser estrellas más viejas y de mayor tamaño”.

Precisan que, por ejemplo, Antares “es más gorda y más vieja” y será mucho más probable que su deceso se produjera antes que el de Betelgeuse.

También existen otras estrellas de enorme masa como Chi Orionis una enana amarilla, cuya edad se calcula en 10 mil millones de años. Su masa se halla entre 1 y 1.4 masas solares. Su núcleo de hidrógeno se halla en proceso de transformarse en helio, debido a sus explosiones internas.

Comparaciones odiosas... pero reales

Cuando se acabe su combustible, la estrella se expandirá y se convertirá en una gigante roja cuyas capas exteriores podrían escapar y convertirse en nebulosas planetarias. Al mismo tiempo su centro entraría en colapso y se convertiría en una enana blanca que vagará eternamente por el cosmos.

Esa se considera, sería la suerte de nuestro Sol, que está clasificado como una enana amarilla, pero los astrónomos calculan su vida en unos 5,000 millones de años, por lo que, para satisfacción nuestra, aún le quedan otros 5,000 mil millones de años antes de morir... tiempo que nosotros podemos disfrutar.


Luis Eduardo Podestá

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