sábado, 21 de agosto de 2010

JNE envía a cada burro a su estaca

JNE deja fuera de la carrera
electoral a dos cuestionados
candidatos provinciales



El fin de semana legal trajo la buena noticia de que el Jurado Nacional de Elecciones en su definitiva e inapelable resolución. Dejaba fuera de carrera a dos presuntos candidatos a las alcaldías provinciales de Arequipa y de Coronel Portillo, el tránsfuga Luis Cáceres Velásquez y el procesado Luis Valdez Villacorta, respectivamente.

Por diversas razones, ellos no habían acreditado, como lo ordena la ley, residencia ni en Arequipa el primero, porque estuvo prófugo de la justicia, y el segundo porque se halla hasta el presente procesado por lavado de activos, presunto narcotráfico y también presunto autor intelectual del asesinato del periodista Rivera, ocurrido en la ciudad de Pucallpa.

Los anuncios del hijito de Velásquez, de enjuiciar al JNE por haber dado esa sentencia, solo deben tomarse como una pataleta a la que nos tiene acostumbrados la familia Cáceres. SI no, hay que recordar su juramento adornado con monedas ante el Congreso en castigo por haber cambiado de camiseta y traicicionado a sus electores.

Creo que el JNE que preside el vocal supremo Hugo SIvina, ha hecho lo que corresponde en justicia.

Ninguno de los dos protagonistas de este escándalo político acreditó haber estado en su lugar de residencia. El uno porque, como todos sabemos, Cáceres (en la foto adjunta trata de robar cámara y votos en el reciente aniversario de Arequipa) no atendió los llamados de la justicia y prefirió estar en condición de “no habido”, porque pesaba sobre él una sentencia condenatoria el delito de cohecho pasivo impropio en perjuicio del Estado por el que fue condenado a cuatro años de prisión. Antes pasó una buena temporada en la cárcel de Socabaya, al sureste de Arequipa, sentenciado por malos manejos durante su administración al frente de la Municipalidad Provincial de Arequipa.

En el caso de Valdez, el Poder Judicial dispuso que su proceso se desarrollara en Lima, porque en Pucallpa no existían las garantías para un juicio imparcial y transparente. Ahora se encuentra con arresto domiciliario debido a que sus juzgadores han atendido su estado de salud.

Bueno, las ciudades cuya alcaldía pretendían alcanzar estos personajes, ya no tendrán que preocuparse ante su eventual e indeseado triunfo.


Luis Eduardo Podestá

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