lunes, 3 de mayo de 2010

Tiene razón, general, pero va preso

¿Al general se le juzgó por no matar
a los bloqueadores del puente
Montalvo o por salvar a su gente?


El caso del general Alberto Jordán Brignole, sentenciado por la justicia militar-policial a 18 meses de prisión suspendida, a raíz del llamado “moqueguazo” de junio de 2008, va a traer más cola que el cometa Haley.

Porque ya se escuchan voces de respaldo a su favor, que son recusaciones contra la justicia militar que lo juzgó y condenó.

General Aberto Jordán Brignole


Hay que preguntarse ¿qué hubieran hecho los miembros del tribunal si hubieran estado en el pellejo y las botas de Jordán en los dramáticos momentos en que una enorme turba de exaltados tomó el puente Montalvo?

Por de pronto, Augusto Álvarez Rodrich en La República, ha levantado la voz y ha titulado su columna de hoy lunes, “no bloquee, hay orden de disparar”, una letal advertencia a quienes sin medir las consecuencias opten por la costumbre de cometer el delito de bloquear carreteras y puentes con gran perjuicio de usuarios de las vías y daños económicos a quienes utilizan esas vías para transportar productos de primera necesidad.

Álvarez Rodrich trae a colación los calificativos del presidente contra los protagonistas de aquellos desórdenes: ‘terrorismo vial’ de una ‘ínfima minoría’, pero que se sepa, ni él ni alguna autoridad ha denunciado de oficio a los responsables.

El "moqueguazo", un bloqueo más


Añade que “bloquear carreteras es, sin duda, un delito, pero tener una actitud indolente ante los problemas sociales que enfrenta hoy el país –255 a fines de marzo, según la Defensoría– no está tipificado en el código penal”.

Cada vez que exaltados políticos y protestones de cualquier laya, se inclinan por el remedio infalible para todos los males, de tomar una carretera, me viene a la memoria, la decisión de las autoridades judiciales de Huacho.

Allí fueron denunciados y condenados hace unos tres años, 23 campesinos que tuvieron la mala idea de bloquear la Panamericana Norte como resultado de una huelga campesina.

En aquella ocasión, fiscales y policías cumplieron su obligación. Identificaron, capturaron, investigaron y entregaron a los jueces a los responsables del bloqueo.

Los jueces los sentenciaron a tres y cuatro años de prisión condicional y al pago simbólico de una reparación civil, que los infractores deben estar pagando hasta el momento en cómodas cuotas judiciales.

En Huacho está vigente el Nuevo Código Procesal Penal, que produjo los efectos que la sociedad quería, esto es, tranquilizar a los revoltosos. Hoy, quienes resultaron sentenciados no se animarán a participar en una nueva aventura de bloqueo de vías, porque si lo hacen, saben que su benigna prisión condicional se transformará automáticamente en cárcel efectiva.

Los bloqueos de vías son un delito

Desconozco si luego del “moqueguazo”, que le truncó la carrera al general Jordán, el “chalazo” o el “cocachacrazo” de marzo, han habido capturas policiales, denuncias fiscales y sentencias judiciales.

Pero no hay que perder de vista el sacrificio del general jordán. ¿Lo condenaron por no disparar a matar? ¿Lo condenaron por defender la vida de sus hombres en franca minoría y sin elementos suficientes de defensa? Y si disparaba a matar, ¿no lo hubieran enjuiciado y sentenciado por delito contra los derechos humanos?

Por fin, ¿cuál ha sido el delito del general Jordán frente a los que propiciaron y protagonizaron el “moqueguazo”?

El drama del general Jordán se inició en marzo de 2008 cuando los dirigentes del Frente de Defensa de Moquegua convocaron a un paro que debía desarrollarse el 4 y 5 de junio, en reclamo de una mejor distribución del canon minero que se disputaban con Tacna, que recibía 711 millones de soles y Moquegua solo 224 millones.

El 16 de junio unos 15 mil manifestantes salieron de Moquegua en dirección al puente Montalvo, vital nudo de comunicación de la Panamericana Sur. Un contingente policial intenta despejar el puente pero su inferioridad numérica determina el fracaso de la operación. Quedan heridos cerca de 50 policías y otros 60 fueron capturados y tomados en rehenes.

Al día siguiente, el entonces primer ministro Jorge del Castillo recibió a los dirigentes del Frente moqueguano, y se negó a dialogar con ellos mientras los policías retenidos en la iglesia de Moquegua no fueran liberados. El comandante general de la PNP de ese tiempo era el hoy ministro del Interior, Octavio Salazar (izquierda).

La liberación de los rehenes se produjo el 18 de junio. El 20 el general Alberto Jordán es relevado del cargo y remplazado por el también general de la policía Orlando Villar Amiel.

El general Jordán, quien dialogó con los exaltados en el mismo puente Montalvo mientras sus hombres se hallaban prisioneros, fue acusado de no haber enfrentado a los manifestantes.

Juan Aurelio Arévalo, autor de una entrevista al general Jordán aparecida hoy en el diario El Comercio, inicia su nota con unas palabras que merecen recordarse: “El lema de la Policía Nacional del Perú es ‘Vida que cuida tu vida’, pero al general Alberto Jordán Brignole lo acaban de condenar a 18 meses de prisión condicional por haber hecho exactamente eso”.


Luis Eduardo Podestá

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