La agencia alemana de noticias DPA recogió la versión del jurado y destaca en un despacho con dos subtítulos: “Radio Ciudad Perdida, novela galardonada, lleva violencia de Sendero Luminoso a Europa. Jurado de Premio Casa de las Culturas de Berlín dice que personajes tienen dimensión transnacional”.
Daniel en el Perú
Es “una novela que nos confronta con un mundo de violencia”, dijo el académico y miembro del jurado Ottmar Ette, “los personajes son muy complejos y de dimensión transnacional”.
La novela dibuja una ciudad en un país que ha vivido una guerra civil y aunque no menciona al Perú, el lector lo identifica, así como advierte que la violencia corresponde a Sendero Luminoso.
Norma, la protagonista, es conductora de una radio y recibe llamadas de sus oyentes que buscan a sus familiares desaparecidos durante la guerra, describe DPA.
“Estoy contento, orgulloso y agradecido”, dijo Daniel Alarcón cuando la agencia DPA le preguntó sobre cómo se sentía.
El premio está dotado con 35 mil dólares y es compartido, 25 mil para Alarcón y 10 mil para Anne Friederike Meltendorf, la traductora.
Alarcón habló sobre su residencia en Estados Unidos, por lo que muchos “lo consideran un escritor gringo”, añadió la DPA.
“Vivir en Estados Unidos no fue una elección”, refirió, “mi familia se fue de Perú en los años noventa, y aunque mi primera lengua en el ámbito familiar fue el español, aprendí a escribir en inglés, que hoy es definitivamente mi idioma”.
“La crítica me catalogó como un escritor peruano y me siento contento y orgulloso por eso”, remarcó Alarcón.
Daniel nació en la clínica Ricardo Palma, de Lima. el 5 de marzo de 1977. Sus padres son Renato Alarcón Guzmán, médico psiquiatra y Graciela S. Alarcón, reumatóloga.
En ese tiempo la familia vivía en San Borja, en cuya parroquia Daniel fue bautizado a los tres meses de edad.
Sus padrinos fueron sus tíos Aída Solís de Ghezzi, hermana de Graciela y el tempranamente desaparecido Javier Alarcón Guzmán, hermano de Renato.
En enero de 1980, Renato volvió a los Estados Unidos con sus hijas, ambas nacidas en Baltimore, Maryland, Patricia Graciela, en 1968 y Sylvia Ghislaine, en 1970, durante la primera estada de sus padres en Estados Unidos.
Dos meses después Daniel, quien entonces tenía tres años, y su madre, viajaron a Estados Unidos, para lo que fue la segunda y definitiva estancia de la familia en ese país.
Cuenta Renato que cuando llevaba a Daniel al nido donde estudió las primeras letras, conversaban mucho sobre personajes ficticios que llenaban la fantasía del futuro escritor.
“Íbamos creando al gigante Polifemo quien vivía en el valle que se veía al bajar desde la pequeña cima donde estaba ubicada nuestra casa; a Protolito, un niño héroe, capaz de muchas y triunfales aventuras.
Ciertamente, ya ejercitaba la fantasía y el lenguaje desde muy tierna edad. En uno de los primeros veranos en Alabama, “escribió” su primer libro de cuentos. Se trataba de un marciano aventurero. Él había hecho los dibujos y le había dictado el texto a su hermana Sylvia.
Chela, mi esposa, conserva esos y muchos otros recuerdos”, evoca Renato.