domingo, 4 de enero de 2009

Gracias Perú, gracias Alan García…



Magaly en la calle

Magaly está libre. Hay quienes han hecho planes para ocultarse de los futuros ampays para no arriesgar su matrimonio, noviazgo o estabilidad en sus empresas y otros que la esperan este lunes con ansias en el canal 9 que la tiene como estrella para salvar el rating y el billete.

Y un eufórico abogado César Nakazaki afirmaba ante quien lo quería oír que Magaly estaba “recargada” y había ganado, se supone el proceso, cuando en realidad, como dijo alguien con ánimo aguafiestero que lo único que la “Urraca” había ganado era la calle.

Porque el tribunal no solo le dio libertad condicional sino que le aumentó la sentencia de cinco meses de prisión efectiva a ¡dos años! y, además, elevó la reparación civil de 80 mil soles a cien mil que deberá pagar al futbolista Paolo Guerrero.

A Nakazaki también Magaly debe agradecerle el haber estado unas horas adicionales en la canasta, porque el activo defensor se dirigió con la pierna en alto a la Ocma para denunciar a la Sala juzgadora, porque demoraba su decisión. El resultado, doctor, fue que la Ocma armó y envió un equipo a la Tercera Sala para que investigara la denuncia del abogado defensor y mientras tanto, Magaly se comía las uñas de una espera más larga de lo que hubiera deseado.

Además, en franca contradicción con la sentencia de la Tercera Sala Penal de Reos en Cárcel que la juzgó en segunda instancia, ella ha dicho que no se rectificará, lo cual podrá indicar que volverá a romper las cartas notariales y que reirá a toda boca durante su presentación que todo el mundo espera, mañana lunes 5.

Magaly está libre, ¿esa libertad le permite lucirse con una copa –¿de vino?– ante las cámaras de un canal de televisión? Ningún medio ha dicho si es vino o no pero las imágenes no pueden ser más ampayadoras. Usted ¿cómo la vio? ¿Era vino, chicha morada, ron con cocacola?

Con todo el apoyo

Quizá el apoyo del experimentado jurisconsulto Alan García -un juicio en toda su vida- quien aventó a los cuatro vientos que Magali solo debía estar encarcelada ¡dos meses! debe haber elevado el rating de confianza de Nakazaki y de la misma Magaly para seguir haciendo “lo que quiero, porque sigo siendo el rey”, letra que al abogado de palacio y a la conductora de televisión les calza al dedo como pedrada en ojo tuerto.

Carlín en La República





Pero la prisión condicional tiene sus normas de conducta y así lo dice con claridad la resolución de la Corte Superior que la sentenció y una de ellas, hasta donde se sabe, tradicional, habitual, de costumbre, y de obligada inscripción en las sentencias, prohíbe todo consumo de licor a quienes disfrutan de la gracia condicional, salvo que en esta ocasión, los juzgadores se hayan olvidado de establecerlo específicamente o esa prohibición haya quedado suspendida hasta que la Corte Suprema se pronuncie.

Ha dicho también Magaly que no rectificará sus versiones sobre el asunto Paolo Guerrero, por el mismo que fue sentenciada y el abogado Nakazaki, que las embarra con frecuencia –como aquello de que la directora no es responsable de lo que sale en su revista o programa de televisión– la ha apoyado, por lo menos, dijo, hasta cuando la Suprema diga su palabra.

Así, pues, amigos, Magaly está libre, y ahora ¿quién podrá defendernos?

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