viernes, 27 de junio de 2025

 Periodistas evocan hecho histórico de Arequipa

En “la Tertulia del Chivo”
Recordaron la huelga de la I 
de hace 75 años en Arequipa 

El grupo periodístico La Tertulia del Chivo, recordó ayer el aniversario número 75 de la huelga de los estudiantes del Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa, con una conferencia sobre el tema que originó la gran rebelión del pueblo de Arequipa en contra de la dictadura de Manuel Odría.


La Tertulia recordó la huelga de la I

El presidente de la Tertulia, Justo Linares, hizo un recuento histórico de los motivos de la huelga, destacó la falta e tacto de las autoridades militares que trataron de sofocar un movimiento estudiantil con la fuerza de las armas y causaron la más grande rebelión del pueblo de Arequipa del siglo pasado.

Asistió como invitado especial, el Presidente Vitalicio de Facto de la Cofradía del Palacio, asistió como invitado a la Tertulia del Chivo celebrada ayer miércoles 25 para evocar el 75° aniversario de la huelga de junio de 1950, que originó la más grande rebelión del siglo XX del pueblo de Arequipa contra el gobierno del dictador Manuel Odría.

Justo Linares, Presidente de la Tertulia, presentó al Presidente de la Cofradía del Palacio, Luis Eduardo Podestá Núñez, invitado especialmente para recordar institucionalmente los 75 años de la huelga del 13 de junio de 1950 del que protagonizaron estudiantes deñ colegio Nacional de la Independencia American de Arequipa.

Linares evocó emocionado que un día como ayer, se cumplían 75 años de los sangrientos sucesos en que los estudiantes de la Independencia fueron abaleados y golpeados por tropas policiales y del Ejército, que no pudieron concretar su intención de desalojar al alumnado del plantel.

Podestá, por su parte, recordó que el enfrentamiento, que duró 45 minutos, se produjeron 26 heridos, seis de ellos alumnos del colegio heridos de bala y 20 policías, todos los cuales fueron atendidos en el hospital Goyeneche.

La refriega se produjo por la intransigencia del prefecto coronel del Ejército, Daniel Meza Cuadra, quien en una entrevista con los dirigentes de la huelga no aportó ningún acuerdo, sino solo amenazas.

 

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miércoles, 18 de junio de 2025



 Respuesta a un lector curioso:

Respuesta al lector Juan Luis Herrera Miranda que 

desea  saber el significado de algunos arequipeñismos:

Juan Luis Herrera MIranda ha comentado "El “ccorito” está “jedeque”"

Por favor denme el significado de los siguientes arequipeñismos:
1. Cariche - Llorón, quejoso
2. Casuta – que le falta uno o varios dientes
3. Ccala –  De la alta sociedad -  pituco
4. Ccoro - niño
5. Charchasuga – Libélula
6. Curco - jorobado
7. Guacacha – Lanzarse de cabeza a una piscina o a un depósito con agua
8. Irijua – Mal humor de los niños pequeños
9. Paccla - Calvo
10. Silleta - Silla
11. Talega – Depósito de tela en que se depositan las compras
12. Tocolo – Resto del tallo de maíz que queda en el surco después de la cosecha.


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jueves, 12 de junio de 2025

La huelga de la “I” de hace 75 años

El movimiento estudiantil
que dio origen a la gran
rebelión popular de 1950




El 13 de junio de este año 2025, se cumplieron 75 años de la heroica defensa que protagonizaron los estudiantes del centenario Colegio Nacional de la Independencia Americana, que libraron una desigual batalla contra policías que intentaron desalojarlos por la fuerza.

Los estudiantes se encontraban en huelga desde las ocho de la mañana del día anterior en reclamo de reivindicaciones de que los privó el nuevo director del plantel Juan Zela Koort.

El enfrentamiento entre estudiantes y policías dejó un saldo de 32 heridos, seis de bala entre los estudiantes y 28 policías con lesiones diversas que les fueron atendidas en el Hospital Goyeneche.

 

                                         Exalumnos del Colegio Independencia evocaron la huelga del 50

 

El lunes 12 de junio de 1950, a las ocho de la mañana, justamente a la mitad del siglo, estalló la huelga de los colegiales en reclamo de la restitución de reivindicaciones negadas y postergadas por el autoritarismo que regía en la dirección del plantel, como un reflejo del régimen que imperaba en el Perú bajo la dictadura militar de Manuel Odría.

Los estudiantes pidieron a los profesores y funcionarios que desocuparan las instalaciones lo que se cumplió tras una breve resistencia alrededor de las ocho y treinta de la mañana.

El director Juan Zela Koort no pudo reprimir su rabia y desde la vereda, frente al pabellón central, rugió: ¡Este colegio queda recesado y sus alumnos expulsados, carajo!

El pacífico lunes 12 de junio discurrió a la espera de la presencia de autoridades, que una comisión reclamaba, para discutir el pliego de reclamos formulado por los estudiantes, que incluía la autorización de funcionamiento de la Asociación de Alumnos del plantel, prohibida por el director Zela y que hasta el año anterior era el canal de reclamaciones de los estudiantes ante las autoridades del plantel.

Pero ninguna autoridad quería conversar y el lunes de ese invierno particularmente frío, pasó. Por la noche, los estudiantes formaron grupos alrededor de las fogatas que encendieron en el campo de deportes frente a los pabellón central y norte.

La tarde del martes 13

El martes 13, a las 12 del día, el prefecto en persona, el coronel del ejército Daniel Meza Cuadra, se acercó a la puerta principal del colegio para hablar con los dirigentes de la huelga.

Fue recibido por una escolta de estudiantes que lo acompañó hasta la sala de profesores, donde se preveía se iba a desarrollar un diálogo entre la autoridad departamental y los dirigentes del estudiantado.

Pero no habló con los alumnos que estaban representados por sus delegados en la sala de profesores. Sus palabras fueron un monólogo amenazador –“¿cuántos son ustedes?, ¿mil?, bueno yo les pongo dos mil soldados que los sacan a cada uno de la manito y los entregan a sus padres para que les peguen una buena paliza” – que concluyó cuando dio un plazo hasta las dos de la tarde, “ni un minuto más”, para que los estudiantes desalojaran el colegio.

Cuando el prefecto se fue golpeándose las botas con su fuete, un distintivo del militarismo autoritario de moda, los dirigentes convocaron a los estudiantes para informarles sobre las palabras y amenazas del prefecto y cuando les consultaron si querían abandonar el colegio, respondieron con un unánime y estentóreo ¡no!



Interrogados a gritos nuevamente si queríamos defender el colegio, respondieron afirmativamente. Y se prepararon a la defensa del colegio acumulando baterías de ladrillos partidos por la mitad, frente a la pared noreste y los muros que separaban el campo de deportes de las chacras adyacentes.

Ni la amenazadora presencia de soldados del batallón de infantería número 45 que tomaron posiciones en las chacras cercanas donde instalaron ametralladoras y se tendieron en posición de tiro, arredraron a los estudiantes, quienes esperaban el ataque prometido para las dos de la tarde.

                                                         En marcha por el aniversario de la huelga



Pero minutos después de las dos, el prefecto llegó hasta la puerta central y pidió hablar con algún dirigente. El estudiante Luis Sassarini, que custodiaba la reja le respondió que por decisión unánime los huelguistas no abandonarían el plantel. Entonces el coronel Meza Cuadra amplió el plazo hasta las tres de la tarde, nuevamente “ni un minuto antes y ni un minuto después”.

En efecto, a las tres de la tarde, las ametralladoras instaladas en las chacras vecinas y los fusiles de los soldados comenzaron a disparar sobre las instalaciones del colegio.

Seis heridos de bala


Las autoridades militares dijeron después que nunca dispararon sobre los estudiantes que se hallaban en las azoteas de los pabellones central y norte, pero el hecho real es que al final se contaron 16 estudiantes heridos, seis de bala.

La policía logró destruir las débiles defensas del norte y penetró casi hasta la mitad de la pista de esa zona, pero fue rechazada a ladrillazos.

Hubo, sin embargo, numerosos colegiales lesionados por los golpes de vara y un herido de bala, el recordado Sergio Dávila Urquizo, alumno del cuarto B.

El ataque y rechazo de las fuerzas policiales duró unos 45 minutos. Mientras tanto en las calles cercanas, se acumulaban preocupadas madres y padres de familia y enfurecidos ciudadanos que increparon al prefecto –que se mantenía en su puesto de mando instalado en un jeep en la avenida Cuarto Centenario– por ametrallar a muchachos indefensos.

Se encendió la chispa de la rebelión

El prefecto se retiró, pero la chispa de la rebelión se había encendido.

Al caer la tarde hubo una marcha hacia el centro de la ciudad, en que se mostró a los heridos en dirección a centros de atención médica y su presencia enardeció los ánimos de la ciudadanía que salió a las calles a protestar.

La represión policial no se hizo esperar y estalló la gran rebelión de 1950, con la que Arequipa rechazó a la dictadura militar de turno y reclamó el regreso a la democracia, al precio de mucha sangre y luto.

El relato completo de esta gesta estudiantil se halla en el libro Cuatro días de junio, del autor de esta nota y esta página.

Lo he recordado porque me tocó participar en aquel episodio que marcó para siempre mi existencia y la de muchos hombres de mi generación y me impuso el sello eterno de mi férrea convicción por la democracia, la tolerancia y la solidaridad. (Luis Eduardo Podestá)

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Recordaron la tarde del martes 13 

domingo, 13 de abril de 2025

¡Pasamos las 2.500.000 visitas!

Continuaremos en la pelea
mientras el cuerpo aguante

 

 En un momento, entre la noche del 12 de abril y hoy, 13 de abril de 2925 por la mañana, este blog, que usted tiene ante sus ojos, pasó las 2.500.000 visitas. ¡Más de dos millones y medio de visitas provenientes de todo el mundo!


La noticia que se ubicó en el número 2.500.124


Les comunico que esos millones de visitas son un enorme estímulo para continuar ofreciéndole las buenas y malas noticias que mueven al mundo en que vivimos.

Como pueden ver -otra vez-, la guerra comercial desatada a medias -todavía- por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha causado una enorme preocupación global.  

En la medida de mis posibilidades, y de mi salud a la que trato con rebeldía, mantendré este vínculo con ustedes, amables lectores.

Y si el cuerpo me lo permite, continuaré acumulando cifras que serán el fruto de noticias escogidas sobre el trajín de este mundo caprichoso que nos ha tocado vivir.

¡Gracias, muchas gracias por haberme proporcionado esta satisfacción!

Luis Eduardo Podestá

 

podestaprensa.com

domingo, 6 de abril de 2025

EEUU ya es un régimen fascista

Profesor de Yale lo asegura
mientras miles de personas
protestan contra Trump en las calles 

 

 “Miles de personas se reunieron en Washington y en otras ciudades de Estados Unidos para manifestarse este sábado 5.04.2025 en contra del presidente del país, Donald Trump”, informó hoy la agencia del Reino Unido BBB”, en un despacho de Gerardo Lissardy


Miles de manifestantes protestan contra Trump y su gobierno

 Simultáneamente, el profesor de la Universidad de Yale, Jason Stanley, declaró:  "Creo que ya somos un régimen fascista".

 Stanley hizo tal declaración durante una entrevista con BBC Mundo en la que abordó desde su decisión de mudarse a Canadá

 Las protestas, de acuerdo con la agencia, son un “rechazo a las medidas adoptadas por este y su aliado, el multimillonario Elon Musk, para reformar el gobierno, recortar el gasto y ampliar la autoridad presidencial”.

 La agencia calculó en unas 20 mil personas, “según las primeras estimaciones”, la cifra de personas que se reunieron hoy “bajo un cielo sombrío y una lluvia ligera en la hierba que rodea el monumento a George Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca”.

 La agencia estima que las demostraciones de protesta contra las medidas del gobierno de Trump se repliquen “a lo largo y ancho de Estados Unidos durante la jornada”, afirmó Gerardo Lissardy.



Jason Stanley


 “Se prevén unas 1.200 protestas contra Trump, la mayor convocatoria en contra de sus políticas desde que asumió su segundo mandato”, subrayó la BBC.

Por su lado, la agencia Reuters recoge las declaraciones de Terry Klein, una científica jubilada de Princeton, quien afirmó que “protestaba contra todas las políticas de Trump, y dijo que “están bajo ataque desde la inmigración hasta el tema de DOGE, los aranceles de esta semana, la educación y nuestras instituciones están bajo ataque".

La BBC destaca que “entre los manifestantes ondeaban algunas banderas de Ucrania y había numerosas personas portando pañuelos palestinos”.

"¡Quita tus manos!”

Describe, asimismo que “una gran pancarta que rezaba "¡Quita tus manos!" resaltaba entre la multitud”.

Informó que “ese fue el nombre de la convocatoria, aunque los manifestantes portaban carteles en los que se podía leer también "¡No es mi presidente!", "Ha llegado el fascismo", "Detengan el mal" y "Quita tus manos de nuestra Seguridad Social".

También describe que “en un momento de creciente resentimiento mundial contra el presidente republicano, se celebraron concentraciones en su contra en capitales como París, Lisboa, Roma y Londres, además de manifestaciones similares en Canadá y México”.

El informe de la BBC concluye: “Entre los asistentes a las manifestaciones en Washington había destacadas figuras del Partido Demócrata, como el legislador Jamie Raskin.

"Han despertado a un gigante dormido, y todavía no han visto nada", dijo el activista Graylan Hagler, de 71 años, a la multitud congregada. "No nos sentaremos, no nos callaremos y no nos iremos", informaron también DZC (Reuters, AFP)


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(Imágenes de BBC y GETTY Images) 

 

 

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jueves, 13 de junio de 2024

Una tarde de junio, hace 74 años

La huelga estudiantil que
inició la gran rebelión
de Arequipa el siglo XX


El enfrentamiento duró 45
minutos y dejó 32 heridos,
seis de ellos de bala


Este martes 13 de junio de este año 2024, a las 3 de la tarde, se cumplieron 74 años, de la heroica defensa que hicieron de su plantel, los estudiantes del centenario Colegio Nacional de la Independencia Americana, en huelga desde el día anterior, que rechazaron el asalto de tropas policiales y del ejército, que dejaron 32 heridos en ambos lados de los combatientes.


Recordaron la tarde del martes 13 
(Foto de Archivo del blog)


Un día lunes 12 de junio de 1950, a las ocho de la mañana, justamente a la mitad del siglo, estalló la huelga de los estudiantes en reclamo de reivindicaciones estudiantiles negadas y postergadas por el autoritarismo que regía en la dirección del plantel, como un reflejo del régimen que imperaba en el Perú bajo la dictadura militar de Manuel Odría.

Los estudiantes pidieron a los profesores y funcionarios que desocuparan las instalaciones lo que se cumplió tras una breve resistencia alrededor de las ocho y treinta de la mañana.

El director Juan Zela Koort no pudo reprimir su rabia y desde la vereda, frente al pabellón central, rugió: ¡Este colegio queda recesado y sus alumnos expulsados, carajo!

El pacífico lunes 12 de junio discurrió a la espera de la presencia de autoridades, que una comisión reclamaba, para discutir el pliego de reclamos formulado por los estudiantes, que incluía la autorización de funcionamiento de la Asociación de Alumnos del plantel, prohibida por el director Zela y que hasta el año anterior era el canal de reclamaciones de los estudiantes ante las autoridades del plantel.

Pero ninguna autoridad quería conversar y el lunes de ese invierno particularmente frío, pasó. P
or la noche, los estudiantes formaron grupos alrededor de las fogatas que encendieron en el campo de deportes frente a los pabellón central y norte.


La tarde del martes 13

El martes 13, a las 12 del día, el prefecto en persona, el coronel del ejército Daniel Meza Cuadra, se acercó a la puerta principal del colegio para hablar con los dirigentes de la huelga.

Fue invitado por una escolta de estudiantes hasta la sala de profesores, donde se preveía se iba a desarrollar un diálogo entre la autoridad departamental y los dirigentes del estudiantado.

Pero no habló con los alumnos que estaban representados por sus delegados en la sala de profesores. Sus palabras fueron un monólogo amenazador –“¿cuántos son ustedes?, ¿mil?, bueno yo les pongo dos mil soldados que los sacan a cada uno de la manito y los entregan a sus padres para que les peguen una buena paliza” – que concluyó cuando dio un plazo hasta las dos de la tarde, “ni un minuto más”, para que los estudiantes desalojaran el colegio.

Cuando el prefecto se fue golpeándose las botas con su fuete, un distintivo del militarismo autoritario de moda, los dirigentes convocaron a los estudiantes para informarles sobre las palabras y amenazas del prefecto y cuando les consultaron si querían abandonar el colegio, respondieron con un unánime y estentóreo ¡no!

Interrogados a gritos nuevamente si queríamos defender el colegio, respondieron afirmativamente. Y se prepararon a la defensa del colegio acumulando baterías de ladrillos partidos por la mitad, frente a la pared noreste y los muros que separaban el campo de deportes de las chacras adyacentes.

Ni la amenazadora presencia de soldados del batallón de infantería número 45 que tomaron posiciones en las chacras cercanas donde instalaron ametralladoras y se tendieron en posición de tiro, arredraron a los estudiantes, quienes esperaban el ataque prometido para las dos de la tarde.

Pero minutos después de las dos, el prefecto llegó hasta la puerta central y pidió hablar con algún dirigente. El estudiante Luis Sassarini, que custodiaba la reja le respondió que por decisión unánime los huelguistas no abandonarían el plantel. Entonces el coronel Meza Cuadra amplió el plazo hasta las tres de la tarde, nuevamente “ni un minuto antes y ni un minuto después”.

En efecto, a las tres de la tarde, las ametralladoras instaladas en las chacras vecinas y los fusiles de los soldados comenzaron a disparar sobre las instalaciones del colegio.

16 heridos, seis de ellos de bala


Las autoridades militares dijeron después que nunca dispararon sobre los estudiantes que se hallaban en las azoteas de los pabellones central y norte, pero el hecho real es que al final se contaron 16 estudiantes heridos, seis de bala.

La policía logró destruir las débiles defensas del norte y penetró casi hasta la mitad de la pista de esa zona, pero fue rechazada a ladrillazos.

Hubo, sin embargo, numerosos colegiales lesionados por los golpes de vara y un herido de bala, el recordado Sergio Dávila Urquizo, alumno del cuarto B.

El ataque y rechazo de las fuerzas policiales duró unos 45 minutos. Mientras tanto en las calles cercanas, se acumulaban preocupadas madres y padres de familia y enfurecidos ciudadanos que increparon al prefecto –que se mantenía en su puesto de mando instalado en un jeep en la avenida Cuarto Centenario– por ametrallar a muchachos indefensos.

Se encendió la chispa de la rebelión

El prefecto se retiró, pero la chispa de la rebelión se había encendido.

Al caer la tarde hubo una marcha hacia el centro de la ciudad, en que se mostró a los heridos en dirección a centros de atención médica y su presencia enardeció los ánimos de la ciudadanía que salió a las calles a protestar.

La represión policial no se hizo esperar y estalló la gran rebelión de 1950, con la que Arequipa rechazó a la dictadura militar de turno y reclamó el regreso a la democracia, al precio de mucha sangre y luto.

El relato completo de esta gesta estudiantil se halla en el libro Cuatro días de junio, del autor de esta nota y esta página.

Lo he recordado porque me tocó participar en aquel episodio que marcó para siempre mi existencia y la de muchos hombres de mi generación y me impuso el sello eterno de mi férrea convicción por la democracia, la tolerancia y la solidaridad. (Luis Eduardo Podestá)

 

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lunes, 22 de abril de 2024

Ana Estrada ya descansa en paz

Psicóloga y activista por el
Derecho a una muerte digna
obtuvo la eutanasia ayer

 

El diario oficial El Peruano informó hoy que “la activista y psicóloga Ana Estrada, quien ganó una ardua lucha judicial para acceder a una muerte digna cuando lo crea conveniente, accedió este domingo 21 de abril al proceso de eutanasia y ahora descansa en paz”.

Ana Estrada: su larga lucha concluyó y descansa en paz

El Peruano recordó que la lucha de Ana “por el derecho a la eutanasia se inició en 2019 y recientemente (el organismo gubernamental) EsSalud aceptó subsanar las observaciones que se presentaron al protocolo de cumplimiento de este procedimiento asistido”

“Ha sido agotador, cansado y doloroso”, comentó Ana Estrada en enero de este año en la última entrevista que concedió al doctor Elmer Huerta, en su programa Espacio Vital de la emisora  Radio Programas del Perú.

El diario oficial dio cuenta, asimismo, de que “en un comunicado emitido hace instantes en los medios de comunicación se dio a conocer que la activista ejerció su derecho a una muerte digna el día de ayer, 21 de abril del 2024”.

El Peruano indica que “Ana partió agradecida” y “murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”.

El diario subraya que “el procedimiento médico se realizó conforme al plan y protocolo de muerte digna aplicable a Ana, aprobado por EsSalud, en el marco de la histórica sentencia, emitida el 23 de febrero del 2021 y ratificada por la Corte Suprema el 14 y el 27 de julio del 2022”.

“Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que de manera incondicional apoyaron su decisión con amor y empatía”, expresa el comunicado familiar.

El Peruano destaca que “de manera particular (Ana) agradeció a los funcionarios que integraron en su momento la Defensoría del Pueblo y la defendieron cuando la institución patrocinó su caso”.

Un hito en la Región

Al puntualizar que la decisión y el resultado de la lucha de Ana Estrada “ha marcado un hito en la región”, el documento destaca que “la lucha de Ana por su derecho a una muerte digna ha permitido visibilizar y sensibilizar a miles de peruanos y peruanas sobre la importancia de defender este derecho”.

“Su lucha ha trascendido las fronteras del país y ha marcado un hito en la región. Ana se convirtió en el rostro de esta justa causa que se propone defender la dignidad de principio a fin y la libertad de decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos”, añadió el documento familiar.

Precisa que “el caso de Ana permitió que la justicia peruana reconozca, por primera vez en su historia, que todos tenemos derecho a morir con dignidad” y que “este importante precedente permitió que otras personas como María Benito pudieran tener reconocido su derecho a rechazar los tratamientos médicos que la mantienen en vida, para también tener una muerte digna.

El comunicado finaliza indicando que "el legado de Ana vivirá en la mente y el corazón de muchas personas y en la historia del país".

“Sus familiares y seres queridos celebramos su vida y agradecemos las muestras de solidaridad, apoyo y comprensión hacia la lucha de Ana. En estos momentos pedimos a todos los medios de comunicación respetar la privacidad de la familia”, concluye.

Imagen de El Peruano

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